viernes, 10 de junio de 2016

VIA CRUCIS-AÑO DE LA MISERICORDIA (XIV)

Decima-cuarta estación: JESÚS ES PUESTO EN EL SEPULCRO

Te adoramos y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Qué grande es tener para dar y, qué grande es, sentirse un pequeño grano de trigo para saber morir, nacer y florecer.

La vida, lo señalaba San Juan XXIII “es un pequeño paseo que Dios nos hace dar para, luego, volver a su regazo”. Y mientras vamos avanzando que importante es, además de ser semilla, ir sembrando lo mejor de nosotros mismos. Alguien, con cierta razón, ha dicho: “un camposanto es un huerto de vida, es un jardín con semillas de resurrección”. Frente a la amenaza de la muerte, Jesús desde la suya, la dinamita y la convierte en algo pasajero. Le quita la última palabra. Mientras tanto, en nuestro viacrucis personal, es bueno pensar y saber que nada se pierde, que Dios, con un disco duro de infinita memoria, jamás olvida a ninguno de los suyos.

 Cuántos padres, sacerdotes, religiosos, jóvenes, ancianos y gente de distinta sensibilidad pero con fe han cerrado los ojos al mundo con la esperanza de una luz que se llamaba cielo. Pero antes de apagarse los sentidos, detenerse sus pies, dejar de palpitar el corazón o crear el pensamiento fueron un caminar con, para y los demás. Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Santo Sepulcro, Parroquia de San Gil y Sta. Ana de Granada. Anónimo

viernes, 3 de junio de 2016

VIA CRUCIS-AÑO DE LA MISERICORDIA (XIII)

Decima-tercera estación: JESÚS EN LOS BRAZOS DE LA VIRGEN

 Te adoramos y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

Qué lejos ha quedado Nazaret. Se apagaron los ecos de aquellas melodías angelicales, cuando Dios, bajaba al encuentro del hombre. No hay pastores ni reyes, no suenan campanas de gloria ni los ríos juegan con las piedras o los molinos de Belén. Pero, al Dios que desciende desde la cruz, le aguardan los mismos brazos de Madre que le esperaron a los pies del pesebre. María: nunca, Belén y el Calvario, estuvieron tan cerca. De madera el pesebre y de madera la cruz. Al lado del pesebre, María y junto a la cruz la Madre de Dios. En Belén, desvalido Jesús Niño, custodiado por la humilde nazarena y en el Gólgota, derrotado por la muerte, abrazado por la Soledad de María. En Belén y en el Calvario el silencio hizo de las suyas. El silencio lo dijo todo: amor y sólo amor. En los dos amor de Dios y, en los dos, amor de Madre. A principios de este año, y después de recuperar a sus tres hijos en medio de un incendio declarado en su casa en Buenos Aires, Carina (la madre) exclamaba entrando a la Unidad de quemados intensivos: “Los he salvado, los he salvado”. A los tres días moría. Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.

Stma. María de la Alhambra Coronada de Granada. Ruíz del Peral

http://www.javierleoz.org/Javier%20Leoz/Ciclo%20C%2015-16/Ordinario/Viacrucis%20breve.pdf