viernes, 1 de abril de 2016

VIA CRUCIS- AÑO DE LA MISERICORDIA (IV)

Cuarta estación: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE

Te adoramos y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

 La madre es en muchas culturas lo más hermoso, lo más grande: todo. Y es que Dios quiso darle el poder de traer la vida al mundo y cuidar de ella. Es “la mano que mece la cuna, mueve el mundo”. Es el amor que nunca defrauda. Es cuerpo que se coloca entre nuestro cuerpo y el suelo. Madre no es sólo traer hijos al mundo ni tampoco tirarlos en el estercolero del fácil aborto. Una famosa educadora afirmó: “Eduquen a un hombre y habrán hecho un ser útil para la sociedad. Eduquen a una mujer y habrán educado a toda una familia”.

 Junto a los grandes hombres de la historia está una mujer que entregó todo lo que tenía: cariño, tiempo, talento. Junto a los famosos están sus madres que han hecho que los sueños fueran una realidad.

San Agustín, contó con una madre que acudió siempre al encuentro de sus miserias. Su conversión, lo dice él, se debe al empeño constante de su madre Santa Mónica. San Francisco Javier, desde su infancia, fue alentado en su fe y alertado del cómo vivir según Dios en los brazos de su madre, María. Y, a los pies de la cruz, María. ¿La sientes en la tuya? Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.


http://www.javierleoz.org/Javier%20Leoz/Ciclo%20C%2015-16/Ordinario/Viacrucis%20breve.pdf

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