Sexta estación: LA VERÓNICA LIMPIA EL ROSTRO DE CRISTO
Te adoramos y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
¿Cuál es el rostro de Jesús? ¿Cómo es el semblante de Cristo? El arte, la pintura, la música, la poesía o la arquitectura lo ha plasmado como un Jesús atractivo y evitando lo escandaloso y antiestético. La Verónica, por el contrario, nos empuja a descubrir el aspecto más genuino y auténtico del Señor.
Un día le dijo un señor a la Madre Teresa de Calcuta: - El trabajo que tú haces, yo no lo haría ni por todo el oro del mundo”. A lo que Teresa de Calcuta le respondió: “ -Yo tampoco: tomamos fuerza de la adoración a Jesús Sacramentado”. Esta anécdota se cuenta tanto de la Madre como de alguna de sus hijas, y expresa un hecho: la entrega desde Cristo, contemplando y adorando su rostro, ofrecer el valor y la conversión necesaria para cumplir con la locura y la razón de ser de Teresa de Calcuta: los más pobres. ¿Limpias o ensucias el rostro de las personas? ¿Les haces brillar o, tal vez, los oscureces por tu crítica sistemática? Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.
Hdad. de las Tres Caídas de Huelva
http://www.javierleoz.org/Javier%20Leoz/Ciclo%20C%2015-16/Ordinario/Viacrucis%20breve.pdf
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