viernes, 8 de abril de 2016

VIA CRUCIS- AÑO DE LA MISERICORDIA (V)

Quinta estación: JESÚS AYUDADO POR EL CIRINEO

 Te adoramos y te bendecimos porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.

 No faltan cruces ni, tampoco, personas cuando esas cruces se arrastran por los caminos. Pero, en determinados momentos, si que se echan en falta “manos constantes” que, además de acompañar un trayecto, se comprometan en hacerlo por más tiempo. La crisis de determinadas vocaciones al ministerio sacerdotal o incluso la vida religiosa, depende en gran medida de eso: asusta, por sistema, lo definitivo, “el para siempre”. Dar con personas que se brinden para unas horas, para un mes o para un año o para una causa es relativamente fácil. Contar con braceros para siempre es difícil. Simón de Cirene fue la excepción entre los cientos de personas que contemplaban el cortejo de la cruz al calvario.

 No hace todavía dos años, en Madrid, un niño de cinco años se arrojó por el balcón de un quinto piso. Un hombre que venía de dar un paseo, como el Cirineo, pudo cogerlo en sus brazos sin graves daños para ninguno de los dos. Precisamente ese hombre se llamaba Salvador. ¿Salvas tú de algunas situaciones dolorosas a los que pasan a tu lado? ¿Eres “salvador” en guardia y retaguardia? Señor pequé, ten piedad y misericordia de mí.


Ntro. Padre Jesús Nazareno "El Abuelo". Jaén

http://www.javierleoz.org/Javier%20Leoz/Ciclo%20C%2015-16/Ordinario/Viacrucis%20breve.pdf

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