Bendice, alma mía, al Dios altísimo,
porque se ha dignado elevar en cuerpo
y alma hasta el cielo
a la humilde doncella de Nazaret.
porque se ha dignado elevar en cuerpo
y alma hasta el cielo
a la humilde doncella de Nazaret.
Bendigan todas las creaturas al Padre
porque eligió a una mujer de nuestra raza,
para manifestar en ella la victoria
sobre la muerte y sobre la corrupción,
como primicia, junto con Cristo,
de nuestro destino.
porque eligió a una mujer de nuestra raza,
para manifestar en ella la victoria
sobre la muerte y sobre la corrupción,
como primicia, junto con Cristo,
de nuestro destino.
Bendigan todos los redimidos a nuestro Señor Jesucristo,
porque en María, su Madre, asunta al cielo,
hace brillar en su esplendor todos
los efectos de la redención.
porque en María, su Madre, asunta al cielo,
hace brillar en su esplendor todos
los efectos de la redención.
Bendigamos al Espíritu Santo,
que ha hecho llamear en el ser
de María de Nazaret
el fuego que no se consume
y la luz que nunca se apaga.
que ha hecho llamear en el ser
de María de Nazaret
el fuego que no se consume
y la luz que nunca se apaga.
Que todas las creaturas, junto con María, alaben a Dios.
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