sábado, 15 de agosto de 2015

FIESTA DE LA ASUNCIÓN A LOS CIELOS DE MARÍA VIRGEN

Los cristianos celebramos tres grandes fiestas en honor a la Virgen María: la Inmaculada (8 de Diciembre), Santa María Madre de Dios (1 de Enero) y la Asunción (15 de Agosto). En el año 1950 el Papa Pio XII promulga el Dogma de la Asunción, pero tenemos documentos de que esta festividad ya era celebrada por los primeros cristianos. Aquí os dejos una homilía de Joshep Ratzinger (Papa Benedicto XVI) en el día de la festividad de la Asunción.

TE LLAMARAN BENDITA TODAS LAS GENERACIONES Isabel saluda a María con aquellas palabras con que la iglesia lo hace siempre (Lc 1,42). El «ave, María» tiene ya en el evangelio de Lucas el carácter de una fórmula de oración, en la que nosotros no escuchamos ya la voz de Isabel, sino, unidos con ella, la voz de la primitiva iglesia, que transmite ese saludo como una oración. Así, en esta escena, puede captarse la veneración viviente de la iglesia del nuevo testamento: la veneración de María es tan antigua como la iglesia misma, y Lucas nos dice que fue inspirada por el Espíritu santo, puesto que la fórmula en la que se expresa no es, para él, la invención de un hombre, sino donación del Espíritu de Dios. Ciertamente, si leemos el evangelio de nuevo, podemos afirmar todavía más: la veneración de María es un encargo confiado a la iglesia que se contiene en la Escritura, puesto que las palabras del Magnificat «He aquí que desde ahora me llamarán bendita todas las generaciones» se dirige a la iglesia de todas las épocas. Es una profecía que exige a los cristianos su cumplimiento, alabando a la llena de gracia.
En esta llamada a la iglesia venidera se halla asimismo, según el pensamiento estructurado del nuevo testamento, el contenido de esta fiesta: no puede ser alabado el que se encuentra bajo el dominio de la muerte. El Dios de los vivos no es glorificado por los muertos, sino por aquellos que viven a partir de él (cf. Mc 12,26s). Lucas explicó esta afirmación mediante otros dos recursos literarios. Mediante el modo como él entreteje las citas del antiguo testamento en el relato de la visita de María a Isabel, y en todo el denominado relato de la infancia, él caracteriza a María como el sagrado «resto» de Israel predicho por los profetas. Ella es, en persona, la hija de Sión llamada bendita y salvada definitivamente de todas las pruebas. Lo que se dice con ello quedará todavía más claro si se observa que Lucas establece un paralelo entre la madre del Señor con el arca de la alianza y que incluso la presenta como la auténtica y real arca de la alianza. Ella lleva en sí misma a la Palabra viviente. Ella es portadora de la palabra viva; antes de ser madre según el cuerpo, lo fue según el Espíritu, como dice muy acertadamente Agustín. En todos los demás, entre los hijos de Adán y Eva, el nacer, el misterio de la vida, es al mismo tiempo un misterio de muerte: la nueva vida presupone que lo viejo camina hacia la muerte. Pero el nacimiento de aquél que es la vida, no es un acontecimiento o hecho de muerte. No es otra cosa que la vida. El arca de la alianza es incorruptible...
De ahí pueden deducirse muchas aplicaciones. Pensemos sólo en una: David danza delante del arca (2 Sam 6,14), el niño Juan hace lo mismo en el seno materno, él se pone a danzar ante la verdadera arca del Señor. A la fe pertenece la alegría por la palabra hecha hombre, el «bailar» delante del arca, el estar alegre: bendita eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre: Jesús.
JOSEPH RATZINGER
EL ROSTRO DE DIOS

                                                  



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